Como padre, probablemente quiera que su hijo se esfuerce al máximo, ya sea sobresaliendo en el examen de matemáticas, conectando el jonrón ganador o logrando un solo en su recital de baile. Establecer estándares altos es parte de crecer y aprender responsabilidad.
Pero a veces, esforzarse por el éxito se convierte en perfeccionismo. Los niños perfeccionistas no solo se imponen metas altas. Se obsesionan. Su enfoque en el logro se vuelve estresante y les dificulta funcionar.
Si no se controla, su perfeccionismo puede extenderse a diferentes aspectos de su vida: un estudiante perfeccionista podría ver cómo esos rasgos se extienden a las actividades deportivas y otras actividades extracurriculares, por ejemplo.
Cuando los niños evitan los desafíos, vinculan su valor a sus logros o tienen miedo de cometer errores, es posible que quieras ayudarlos a encontrar el equilibrio.
¿Cuál es el límite entre los objetivos saludables y el perfeccionismo?
Los niños que se fijan metas y se esfuerzan a menudo se describen como "altos triunfadores". Esto puede ser positivo, ya que significa que se preocupan y desean triunfar. Estos niños suelen sentirse orgullosos cuando se esfuerzan y ven progreso.
La Doctor. Tulasi Goriparthi, psiquiatra de Banner Health, afirmó que los objetivos saludables implican:
- Estándares altos que sean realistas y basados en los logros previos del niño.
- Esforzarse por alcanzar la excelencia pero manteniendo una actitud positiva
- Un deseo de lograr lo mejor
- Una mentalidad de crecimiento
- Satisfacción con los logros
- Mayor productividad
Es saludable sentirse frustrado, pero no devastado, cuando no se alcanzan las metas. Por ejemplo, un estudiante con una nota media podría aspirar a una A en su próximo examen. Si obtiene una B, podría sentirse decepcionado, pero podrá reflexionar sobre por qué no logró su objetivo. Puede aceptar el resultado sin dejar que afecte su vida diaria.
El perfeccionismo es diferente. Los niños con tendencias perfeccionistas se fijan metas altas y poco realistas que no se ajustan a sus capacidades. Se predisponen al fracaso y, cuando no obtienen el resultado deseado, se angustian tanto que no pueden pensar por qué no pudieron alcanzar su meta ni buscar maneras de mejorar.
Un niño con tendencias perfeccionistas puede:
- Sentirse molesto o avergonzado por pequeños errores.
- Establezca metas tan altas que sean imposibles de alcanzar
- Centrarse más en los resultados que en el aprendizaje
- Lucha por sentirse bien con sus esfuerzos incluso cuando tienen éxito.
- Ten miedo al fracaso
- Sentirse inadecuado
En lugar de disfrutar del proceso, pueden preocuparse constantemente por lo que podría salir mal. «Y cualquier cosa que no sea perfecta es inaceptable», afirmó el Dr. Goriparthi.
¿Por qué algunos jóvenes luchan con tendencias perfeccionistas?
El perfeccionismo puede desarrollarse a partir de una combinación de personalidad, genética y entorno. Algunos niños pueden ser naturalmente más sensibles o detallistas. «Los niños se fijan altos estándares de excelencia según las exigencias de su escuela y familia», afirmó el Dr. Goriparthi.
Los niños con trastornos como el autismo de alto funcionamiento o la ansiedad pueden ser más propensos a tendencias obsesivas o perfeccionistas. Y los niños que a menudo escuchan elogios solo por sus logros, no por su esfuerzo, pueden creer que su valor depende del rendimiento.
¿Cómo afecta el perfeccionismo a la salud mental?
El perfeccionismo no se trata solo de hacer las cosas bien. Puede afectar la salud emocional del niño. «Los niños perfeccionistas lidian constantemente con presiones internas y externas», afirmó el Dr. Goriparthi.
Los niños perfeccionistas pueden tener:
- Sentimientos de tristeza, ira, inutilidad, angustia, vergüenza o culpa.
- Ansiedad , que puede generar miedo al fracaso, llevándolos a evitar situaciones desafiantes.
- Sentimientos de incompetencia, que pueden conducir a la desesperanza, baja autoestima y depresión.
- El diálogo interno negativo y la autocrítica
- Problemas para dormir
- Irritabilidad y retraimiento
- Hábitos obsesivos, incluyendo conductas alimentarias poco saludables, pensamientos obsesivos sobre el peso y la comida, trastornos alimentarios y trastorno obsesivo-compulsivo.
Estos problemas pueden afectar la escuela, las amistades y la vida diaria.
Qué pueden hacer los padres para ayudar
No puedes eliminar todos los desafíos de la vida, pero puedes ayudar a tu hijo a desarrollar una mentalidad más saludable.
Los niños pueden creer que los adultos en su vida son perfectos. Explicarles que el fracaso es solo una etapa más de la vida puede ayudarlos a comprender que los adultos también fracasan —dijo el Dr. Goriparthi—. Hablen con los niños sobre las deficiencias de los adultos y pídanles su opinión. Muéstrenles que no son perfectos y que no tienen ningún problema con ello.
Aquí hay algunas formas de apoyar a un niño perfeccionista:
- Fomente estándares altos, no la perfección: ayúdelos a elegir objetivos realistas, paso a paso, alcanzables y con los que se sientan bien.
- Concéntrese en el proceso: hable sobre lo que aprendieron o intentaron, no sólo sobre el resultado.
- Enfatizar la diversión: Explícales que ganar no es esencial, pero divertirse sí lo es.
- Celebre el esfuerzo: elogie el trabajo duro, la persistencia y la creatividad, incluso cuando las cosas no salen a la perfección.
- Modele la resiliencia: comparta sus propios errores y lo que aprendió de ellos.
- Enseñen atención plena: La atención plena puede ayudarles a abordar los pensamientos negativos. Pídales que se concentren en lo que pueden oler, oír, ver o saborear.
- Fomentar el tiempo de inactividad: reducir las actividades adicionales debe verse como una “poda”, no como un “abandono”.
- No critiques sus fracasos: Esto puede hacer que parezca que tu amor depende de los logros.
- Controle sus propias expectativas: Los niños suelen absorber información de lo que ven y escuchan en casa. No se autocritique ni hable mal de él delante de su hijo. En cambio, reconozca sus limitaciones y celebre sus fortalezas.
Con el tiempo, estos pequeños cambios pueden ayudar a que su hijo se sienta más seguro, menos ansioso y más abierto a probar cosas nuevas.
Para obtener más sugerencias, el Dr. Goriparthi recomienda estos libros de la Academia Estadounidense de Pediatría:
- Desarrollando la resiliencia en niños y adolescentes
- ¡Felicidades! ¡Vas a tener un hijo adolescente! Fortalece tu familia y cría una buena persona.
¿Cuándo deben los padres buscar apoyo de expertos?
A veces, los comportamientos perfeccionistas son más que una etapa. Considere hablar con un profesional de la salud conductual si su hijo:
- Evita actividades por miedo al fracaso.
- Muestra signos de ansiedad o depresión.
- Se fija en las rutinas, las calificaciones o la imagen corporal.
- No puedo disfrutar de las actividades cotidianas
- Parece retraído o demasiado autocrítico.
- Tiene problemas para dormir
- Preocupaciones constantes
- Tiene problemas para dormir o duerme demasiado.
- Tiene conductas obsesivas o signos de trastornos alimentarios.
Un especialista puede ayudar a su hijo a comprender sus pensamientos y desarrollar herramientas de afrontamiento que apoyen su bienestar emocional.
El resultado final sobre cómo ayudar a los niños perfeccionistas
El perfeccionismo infantil puede ser estresante tanto para niños como para padres. Pero con la mentalidad adecuada, puede ayudar a su hijo a desarrollar confianza, a manejar estándares altos de forma saludable y a disfrutar del proceso de aprendizaje.
Los niños no necesitan ser perfectos para tener éxito. Lo más importante es tener una mentalidad de crecimiento y creer que las habilidades y capacidades mejorarán con esfuerzo, práctica y apoyo.
Cuando los niños aprenden que está bien cometer errores y volver a intentarlo, tienen más probabilidades de ser seguros e independientes y de tener una salud mental sólida.
Para obtener más información y recursos, comuníquese con Banner Behavioral Health al 602-254-4357.