Las quemaduras pueden ser mortales y requieren una acción rápida. Ya sea una quemadura leve o una lesión más grave, saber qué hacer puede marcar una gran diferencia. Siga estos consejos para mantenerse seguro y brindar atención hasta que llegue la ayuda.
Si está ayudando a alguien con una quemadura, su primera prioridad es la seguridad, tanto de la víctima como de usted mismo.
Las quemaduras pueden ocurrir de muchas maneras y cada tipo requiere un cuidado diferente.
Causado por: llama, vapor, líquidos calientes o superficies calientes.
Estos son los tipos de quemaduras más comunes y pueden variar de leves a graves.
Causada por: contacto con ácidos o bases fuertes (a menudo en productos de limpieza).
Enjuague siempre la zona afectada con agua y retire la ropa contaminada.
Causada por: inhalar aire sobrecalentado, humo o gases tóxicos.
Estos pueden dañar los pulmones y podrían no mostrar signos visibles. Esté atento a la dificultad para respirar.
Causado por: cableado defectuoso, enchufes eléctricos o rayos.
Estas quemaduras pueden causar daño tisular profundo, incluso si la piel se ve bien. Las víctimas siempre deben ser evaluadas por un profesional médico.
Causada por: congelación de tejidos por exposición prolongada al frío.
La congelación daña la piel y el tejido subyacente y requiere recalentamiento y atención médica.
Importante: Siempre busque atención médica para quemaduras que sean grandes, profundas, que afecten la cara o las articulaciones o que hayan sido causadas por sustancias químicas, electricidad o inhalación de humo.
Desde atención de emergencia hasta rehabilitación por quemaduras, nuestro equipo está listo para apoyarlo a usted y a sus seres queridos en cada etapa de la curación.
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